Rótulos de Neón
Los rótulos de neón son un clásico de nuestra historia visual reciente. Los tenemos presentes en nuestro imaginario de la vida nocturna, desde Times Square en Nueva York a los glamurosos cabarets de los años 20 en París pasando por el centro de Tokio, Hong Kong ó Las Vegas.
Aunque hoy en día no es habitual su uso en los rótulos de pequeños comercios, ha vuelto a ponerse de moda en negocios de estética vintage, señalización interior, decoración, intervenciones artísticas y eventos.
Los rótulos de neón se fabrican con un tubo de vidrio, al que se le da forma aplicándole calor por medio de un soplete. Relleno en su interior de gas Neón, Argón o ambos, junto con los pigmentos del propio tubo de vidrio, se consigue una gama variada de colores.
En Uno Signs Makers podemos fabricar rótulos de neón de cualquier forma y color que se pueda imaginar ya que los tubos de vidrio se moldean artesanalmente, hasta dar forma al rótulo deseado.
En rótulos de grandes dimensiones se consigue una efectividad y uniformidad mayor que otros tipos de iluminación y sobre todo si va instalado de forma vista, un brillo inigualable y una legibilidad a gran distancia.
Inicios del rótulo de neón
El origen del Rótulo de Neón se remonta a mediados del Siglo XIX, cuando el fabricante de vidrio y físico Heinrivh Geissler de origen Alemán, creó unos tubos de vidrio sellados con dos electrodos que llenos de gas a baja presión y al aplicar un voltaje eléctrico el tubo brillaba con gran intensidad.
En 1898 los científicos británicos Sir William Ramsay y Morris Travers descompusieron el aire para aislar sus diferentes partes, a una de ellas le llamaron neón. La palabra Neón proviene del griego “neos” que significa “nuevo” y cuyo significado seria “nuevo gas”.
La primera vez que se utilizó como elemento publicitario fue en el salón del automóvil de Paris de 1910 por Andre y Georges Claude, creadores de la patente.
En 1923 el tubo de neón se introdujo en los Estados Unidos a través de Earle C. Anthony de la marca de coches “Packard” que compró dos pequeños rótulos con su marca.
Pero no fue hasta los años 30 cuando todas las calles de Nueva York comenzaron a llenarse de carteles y rótulos luminosos fabricados con neón, cuando termino la patente en exclusiva de Claude.